De nuestra Directora y nuestro Presidente

Renée González Montagut
Directora General

Alberto Saavedra Olavarrieta
Presidente del Consejo Directivo y Asociado Fundador

 

El ser humano necesita aprovechar a otros seres vivos para sobrevivir. Asegurar la constante regeneración de las demás especies es la base de nuestro futuro. A través de milenios, la persistente observación de los organismos con quienes compartimos el planeta y la experimentación con ellos derivó en numerosas prácticas culturales que permiten mantener los recursos para las siguientes generaciones. Esto explica que los cenotes de la Península de Yucatán sean ricos en especies útiles para el ser humano o que los lacandones continúen hoy cultivando con esmero más de cincuenta especies en sus selvas. Por lo tanto, ciertas especies, como el maíz, dependen del ser humano para subsistir. A su vez, el ser humano sabe que, si combina el maíz con la calabaza y el frijol, la sinergia resulta en mejor producción y nutrición. La conexión con otras especies nace del entendimiento que se alcanza de ellas. Este vínculo está hoy en peligro.

En 2021, se evidenció el imperativo de restablecer la unión con la naturaleza. Mientras el mundo tomaba distintas medidas como respuesta al difícil escenario dela nueva realidad pandémica, fue emergiendo un reconocimiento a lo que somos, natura al fin. Sin embargo,conocemos poco a los otros seres vivos, ya que la mayoría vivimos en ciudades y consumimos comestibles empaquetados. La distancia que nos separa delos lugares donde están los seres que nos alimentan es cada vez mayor. Como tentáculos que se extienden cada día, las cadenas de suministro persiguenel recurso. Si se agota, la extracción migra a otro sitio. Estamos terminando con la base de la vida. Necesitamos restablecer esa conexión.

La ciencia de la ecología muestra, confirmando muchos de los antiguos saberes, que la naturaleza se caracteriza por los vínculos entre seres de la misma especie y dediferentes especies. Cada quien ocupa un nicho y cumple tareas complementarias. Por ejemplo, en los bosques, los árboles se comunican a través de hongos; y en México, hay árboles que alimentan hormigas, que a su vez los defienden de interesados herbívoros. Los seres humanos somos una especie social. Vincular diferentes disciplinas, sectores y saberes nos complementa. Cuando la unión ocurre, es capaz de lograr magia: la vida.

Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C., (FMCN) es resultado de la unión de muchos seres. Por eso, agradecemosa las y los 275especialistas que diario guían nuestras decisiones desde la Asamblea, el Consejo Directivo y los numerosos comités dentro y fuera de México. Aestos se unen 144 donantes, 318 organizaciones y más de ochenta y ocho mil personas en el campo, que en 27 años han trabajado para restablecer la conexión con la naturaleza en un país que solo ocupa 1.5% de la superficie terrestre, pero alberga más de 12% de su biodiversidad y es centro de más de 94 cultivos.

En la última vuelta al sol, nuestros socios nos permitieron seguir adelante con 18 proyectos y sumar cinco nuevos, que buscan renovar el vínculo con el mar y la tierra. El apoyo a tres áreas marinas protegidas (AMP) quedó asegurado. En el norte de México cristalizaron los esfuerzos de un equipo trasnacional, que construye sobre la labor de una admirable mujer que por 40 años ha restaurado pastizales y bosques a lo largo de ríos por los cuales hoy corre más agua. Firmamos e iniciamos un gran proyecto, que posibilitará restaurar dos ríos y esbozar una estrategia nacional para que juntos, gobierno y sociedad, impulsemos que, por las venas de los bosques de México, siga fluyendo el líquido que permite la vida. Otro proyecto, que también une esfuerzos de varios años entre el sector público, la academia y la sociedad, dio inicio para impulsar la ganadería regenerativa y los sistemas agroforestales, pues las actividades agropecuarias ocupan más de la mitad de nuestro país. Esperamos que pequeños cambios vuelvan a conectar a los productores con la naturaleza y que su éxito contagie más que la pandemia. Finalmente, el fortalecimiento de organizaciones en la Península de Yucatán acelerará las capacidades que son indispensables para rescatar a esta región tan afectada por el cambio climático.

Gracias a nuestros socios en campo y en ciudad, 2021 nos ofreció el regalo de seguir con nuestro cometido de restaurar lo herido, conservar nuestro inmenso acervo y usar de manera racional la riqueza de las diferentes expresiones de la naturaleza. Necesitamos redoblar esfuerzos, vincular sectores, trabajar desde diferentes nichos, pero siempre con eficientes vasos conductores. Si consideramos que15% de la dieta de los seres humanos a nivel mundial proviene de especies cultivadas en nuestro territorio, ¿no debe ser México modelo en restablecer el vínculo con la naturaleza? La conexión late en nuestras familias, comidasy culturas. Es momento de rescatarla.

Post scriptum desde la Presidencia

Al concluir este informe, estamos presenciando la tragedia de una guerra en Ucrania, iniciada por un agresor que, rompiendo las reglas del derecho internacional, nos recuerda actitudes y circunstancias pavorosas que creíamos superadas. Ante estas horas de oscuridad, debemos mantener nuestra esperanza de que la reacción de las demás naciones sea la que corresponde a sociedades civilizadas. Los estragos y las consecuencias de una potencial guerra total serían devastadores para el futuro biológico del planeta; ni quédecir de la sobrevivencia del Homo sapiens. Que pronto regrese la paz a nuestro planeta y se restituya el imperio del derecho. Colaboremos a esos fines en el pensamiento y la acción, en la medida de nuestras posibilidades y situación.

Mantengamos la esperanza también de que, por desafiante que sea el entorno, nuestra misión sigue siendo válida y vigente como nunca. Nuestra participación dentro de un sistema en el que actuamos en conjunto con tantos aliados, redundará en la protección de la riqueza biológica y en la creación de una mayor conciencia del papel que representamos en el ciclo de la vida en el planeta.

Gracias a todos esos aliados, empezando por las y los colaboradores de FMCN, a quienes nos donan su tiempo, esfuerzo y consejo, y a las y los que cada día trabajan en campo honrando nuestros valores. Que todas y todos refrendemos nuestro compromiso con la Tierra y la protejamos, con la consciencia de que es el privilegiado espacio donde somos partícipes del don de la vida.